Cuando deseas pintar una pared, un mueble u otra superficie que sea parte de tu decoración, es importante no solo tomar tiempo para escoger el color correcto, y la pintura correcta, sino también debes escoger las herramientas ideales que te ayudarán a lograr un mejor acabado.
Las opciones más populares para aplicar pintura son las brochas y los rodillos, pero ¿sabes cuál es el mejor para tu proyecto? Aparte de tener sus propios beneficios, cada uno de estos elementos es mejor en ciertas superficies. Antes de comprar tus herramientas, ten en cuenta estos detalles:
Brochas
Las brochas, se encuentran en una gran variedad, ya que son una elección bastante personal. Si tu proyecto es pequeño, como marcos de ventanas, mesas auxiliares o gabinetes, una brocha es tu mejor opción. Esta herramienta también es perfecta para superficies con detalles intricados, como lo puede ser un mueble antiguo. Con una brocha podrás acceder todos los lugares y lograr un acabado liso.
Una ventaja de las brochas es que controlan mejor la cantidad de pintura, por lo que puedes evitar que se chorree. Si te gusta tener más movilidad y tomarte tu tiempo, una brocha te puede resultar más cómodo y útil. Todo dependerá de tu proyecto.
En cuanto a materiales, podrás encontrar brochas con cerdas naturales o de poliéster/nylon. Las brochas de poliéster/nylon son la mejor opción para pinturas látex o a base de agua, y muchos pintores las prefieren al usar pintura a base de aceite también ya que son de mejor calidad. Las brochas con cerdas naturales ayudan a lograr un mejor acabado al usar pintura a base de aceite y barnices.
Al escoger la brocha para tu proyecto, ten en cuenta el tamaño. Las brochas de menos de dos pulgadas son usadas para detalles y superficies pequeñas. Las brochas de entre dos y tres pulgadas son usadas para marcos y esquinas. Las brochas de entre cuatro y cinco pulgadas son usadas para paredes, puertas y otras superficies grandes que ameriten grandes anchos para reducir el tiempo de trabajo.
Rodillos
Los rodillos son la opción más popular para superficies grandes. Si piensas pintar una pared, puerta, fachada o mueble liso, un rodillo te puede ser mas cómodo. Para techos, puedes usar un rodillo con extensión, que te hará el trabajo más fácil. En casos de materiales porosos, como ladrillo o cemento, un rodillo es la mejor opción. Ten en cuenta que esta herramienta solo se pueden usar en superficies planas.
Una ventaja de los rodillos es la rapidez con la que pintan. Al ser de mayor tamaño y distribuir mejor la pintura, tu proyecto puede terminar mas rápido. Si la pintura no esta diluida, un rodillo no debería causar demasiados goteos, pero debes asegurarte de no cargarlo demasiado, ya que pintura extra puede caer por los lados.
Como en brochas, los materiales son los mismos. Puedes escoger fibras naturales para pinturas de base de aceite, o fibras de poliéster para pinturas látex o a base de agua. También tienes la opción de escoger una mezcla de fibras naturales con poliéster para todo tipo de pintura. Y las especiales o epóxicas.
Uno de los detalles más importantes que debes tener en cuenta al escoger un rodillo es la longitud de la fibra. Rodillos con fibras de un cuarto a un tercio de pulgada son usados en superficies lisas, como metal. Para superficies semi-lisas, como tabla de yeso, usa fundas entre un tercio y media pulgada, tambien son llamadas de pelo corto. Para superficies de madera o paredes con textura, usa rodillos con fibras de tres cuartos a una pulgada de largo, conocidas como pelo medio. Los rodillos con fibras de una pulgada de largo, son usados en materiales como el estuco. En superficies altamente porosas, como concreto, usa rodillos con fibras de una pulgada de largo. Llamadas de pelo largo.
El tamaño estándar para rodillos es de nueve pulgadas, varia el tamaño según la superficie que piensas pintar, aunque tambien están los rodillos de 4 pulgadas, y mini rodillos de 3 y 2 pulgadas sobre todo empleados para superficies muy pequeñas como las barras de una reja.